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Sí, el frío ya está aquí. Pero que las flores escaseen en el campo no significa que en el interior de nuestras casas tengamos que renunciar a la primavera; y es que las flores siempre añaden un toque extra de encanto a cualquier habitación, como siempre, también a la de tus hijos. No me refiero a usar jarrones con flores, que por otro lado tampoco es tan mala idea. En esta ocasión me quiero centrar en los papeles pintados de flores, una opción estupenda para decorar una pared (o varias, según se tercie) de la estancia de nuestros peques.

Añadir vitalidad con un papel pintado de flores

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Hay padres a los que eso de los muebles coloridos no les termina de gustar. Prefieren un mobiliario blanco, neutro. No es una mala idea, teniendo en cuenta que el textil y los juguetes de un niño ya aportan grandes dosis de color. Los papeles pintados de flores pueden entrar directamente ahí. Escoger una pared estratégica (quizá en la que coloquemos la cama o la que se ve nada más entrar por la puerta) y empapelarla con flores, puede ser un gran recurso. Las flores añaden color, añaden diversión y dan un toque diferente a esas estancias de paletas más neutras.

Flores grandes que impacten

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Si sólo vas a empapelar una pared ¿por qué no arriesgar un poco? Las flores grandes pueden ser un choque visual excelente. Ojo, siempre escogiendo tonalidades que armonicen con el resto de mobiliario. Las flores grandes llenarán las habitaciones más espaciosas, creando así una sensación de calidez automática.  Quizá no sea una buena opción escoger un papel pintado con flores grandes para empapelar todas las paredes, por muy grande que sea la habitación. Generalmente, el peso visual de estos papeles es mucho, por lo que podríamos generar una sensación de claustrofobia innecesaria. Recordad siempre eso de “menos es más”.

Flores pequeñitas para toda la habitación

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¿Y si quiero empapelar todas las paredes de la habitación? Cuidado, que las flores grandes sean abrumadoras, no significa que estén prohibidas. Aquí, cada uno que escoja según gustos. Pero, lo cierto es que los papeles pintados con flores más pequeñas son siempre mucho más recomendables en estos casos. Colores más apagados, diseños más sencillos. Papeles pintados que no costará hacer que encajen con el resto de la estancia, pues no tendrán tanta presencia. Simplemente serán un toque de color más.

Papel de flores con colores fuertes

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Eso de ser discreto no va contigo. Te has enamorado de un papel floral con un diseño que, además de ser grande, cuenta con colores oscuros. No hay problema. Como vemos en la imagen, este diseño de flores grandes y oscuras es un complemento perfecto para una habitación que apuesta por mobiliario blanco y madera natural. Ojo, que en este caso el textil acompaña siempre al color predominante en el papel, dejando el resto a una paleta de neutros. El efecto es, cuanto menos, encantador.

 Flores en media pared

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Finalmente, una de las opciones que más me gusta. Optar por las medias paredes. En colores lisos ya me parece un auténtico acierto, pues al dejar la parte superior en blanco no restas ni un ápice de luz a la estancia. Pero con papel pintado, y con diseño floral, me recuerda a un auténtico jardín. Sin duda una maravilla para cualquier habitación infantil.