De cara al 2019, seguro que muchos de vosotros estáis pensando en dar otro aire a las habitaciones de vuestros peques. Es momento de pararnos a pensar en qué queremos cambiar y cómo queremos hacerlo. Os proponemos 4 espacios diferentes. Hasta 4 opciones para poder inspirarnos y crear desde bonitos dormitorios, hasta una zona de juego y estudio.

Zona creativa + almacenaje

Un dormitorio sirve para descansar, esto está claro. No obstante, las necesidades de un niño cambian un poco con respecto a las nuestras. Es posible que también quieran un espacio para jugar. Si no contamos con una habitación independiente para este fin, no nos queda otra, tenemos que compartir los metros para ambas funciones. Nos gusta la solución que han dado en esta habitación. Una habitación que arrincona la cama, pero con un buen fin, crear una enorme pared de pizarra para que los peques puedan dibujar. Lo buenos es que las paredes de casa ya no estarán en peligro. Además, todos los días podrán comenzar de nuevo borrándola.

Además de esta zona de arte, nos gusta la zona de almacenaje. No debemos olvidar que los peques tienen ropa, pero también juguetes. Si compartimos un dormitorio con espacio de juegos, es importantísimo que estos juguetes se puedan guardar fácilmente y por ellos. Fijaos bien en las cajas que hay en la parte inferior del armario. Son cajas fáciles de sacar y meter, ideales para que los peques guarden ahí sus juguetes.

Arriba el color

Nos gustan las habitaciones infantiles coloridas. Es cierto que hay una tendencia clara a las estancias monocolor o a las que no dan prioridad a las paredes para llenarlas de tonalidades vivas. No obstante, esto no significa que no sean una opción válida como cualquier otra. En concreto nos podemos fijar en esta, una habitación que ha renunciado al color en muebles e incluso en parte de su textil. Una estancia que ha decidido colocar un papel pintado realmente llamativo. Ojo, tiene bastante luz natural, esto la beneficia.

Además, también nos gusta el uso de guirnalda de colores, no sólo en la pared del papel pintado, que también. Más bien en todas las paredes. Unas guirnaldas que extienden la viveza de estos colores en el resto de la estancia, contrastando con los muebles en blanco y con la luz exterior.

Un dormitorio elegante y muy Montessori

No podemos negar que el tema Montessori nos gusta. También el estilo de habitaciones que este sistema crea. Unas habitaciones muy similares a esta. Camas bajas para dar independencia absoluta a los más pequeños. Alfombras para que los niños puedan jugar en el suelo y unos colores no demasiado potentes, que no sea el fuerte de la estimulación.

También destacan los materiales con los que se construye la habitación, desde la cama o las estanterías, hasta los juguetes. Por eso hay mucho mimbre y mucha madera. También tejidos naturales en colchas de cama y el resto de textiles. Una habitación que inspira muchísimo y que es ideal para los que buscan un tipo de decoración más sobria y menos colorida.

Un espacio para jugar y aprender

Y si tenemos la suerte de contar con un espacio extra para jugar y aprender, mejor que mejor. Fijaos bien en esta opción. Se trata de una bonita estancia blanca, tanto en su suelo como en las paredes. Esto permite que los colores puedan ser aportados por los textiles, las plantas, los juegos y los libros; y es que una de las claves de este espacio es la gran estantería en la que colocar un sinfín de material didáctico para los peques. Un rincón de lectura que se complementa con el tipi, un must entre los must.

Imágenes vía: myscandinavianhome