neutral

Decorando la habitación del bebé en tonos neutros, se consigue una atmósfera tranquila y armónica. Me gustó mucho esta habitación y además es una fórmula muy fácil de llevar a cabo con todo tipo de presupuestos. Un papel de pared monocromático no demasiado subido del tono que más te guste (azules, rosas, verde, gris, tostados,…), mobiliario blanco (ó natural), alfombras en tonos naturales y accesorios  de rafia.

Y no por ello resulta una habitación aburrida, ni monótona. En la foto de esta habitación vemos por ejemplo un reloj de cuco en blanco que la hace diferente y refleja el toque de mamá.

Pienso que por poco dinero y sin demasiada complicación podemos tener al bebé en una habitación bonita y acogedora. Y si las piezas que elijas no son demasiado infantiles las podrás ir reciclando para otras zonas de la casa cuando el bebé creca.

Vía: minimeez