Con mucho ingenio y creatividad, el salón de esta casa se convirtió en un auténtico café de Paris para celebrar la fiesta de cumpleaños de la pequeña Noelia. No faltaron ricas  torres Eifel para obsequiar a los invitados, ni un mimo que animó y repartió globos a todos los peques.  Me encantó el detalle del toldo en  rayas amarillas y blancas ¿te has fijado que es de papel  y está pegado a la pared? Y debajo también pegaron unos dibujos haciendo la forma de unas floridas ventanas. Todo muy chic, muy francés, pero con el sabor familiar de un cumple hecho en casa con mucho cariño ¡Vaya representación!

Vía: Pink Peach Cakes