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Nos rechiflan las guarderías de diseño que vamos descubriendo. A pesar de que a la mayoría no nos quedan cerca, ya que esta se encuentra en Dinamarca, es una forma de soñar y ver que hay lugares que parecen creados por niños, con cientos de espacios de juego, con ambientes llenos de fantasía que los transportan a un mundo completamente suyo, en el que se sentirán más a gusto que nunca.

Esta guardería está inspirada en una montaña, con espacios interiores conectados visualmente, de forma que pasemos de uno a otro casi sin darnos cuenta. Es una arquitectura más natural, que motiva a los peques a ser activos y a moverse de un lado a otro, descubriéndolo todo. Sus elementos también están pensados para estimular su mente, con retos tanto físicos como intelectuales, una pared de escalada y unas piedras que en realidad son suaves cojines ¿quién va a resistirse?

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En los colegios de diseño se busca que la arquitectura sea algo asombroso, funcional y también creativo. Aquí lo han conseguido creando espacios para el juego y para el descanso, con zonas muy abiertas e iluminadas con luz natural. No se busca un exceso de detalles, sino crear un mundo en el que ellos pongan imaginación y diversión, dándoles mucho espacio para crear y disfrutar.

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Nos encanta esa zona de descanso, porque todos los elementos contribuyen a que se relajen. De un espacio de mariposas con una pared para escalar, rocas y detalles coloridos pasamos a una zona muy serena, que representa el cielo, ese cielo que se puede ver desde la cima de la montaña, para que descansen tras la dura escalada. Sin duda esta guardería de diseño será todo un reto para las grandes mentes de nuestros pequeños exploradores.

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Vía Archdaily