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«Al lado del escritorio, colocamos nuestra nueva cómoda de estilo Nórdico. Gracias a ella hemos ampliado aún más el espacio de almacenamiento de la niña y le hemos dado un toque muy actual, combinando el tono madera natural, con el blanco que predomina en el resto de la habitación»

Es curioso ver como el uso de la pintura de la pared y los elementos decorativos se puede cambiar «radicalmente» el tamaño de una habitación. Hoy os hablamos de la transformación de la habitación juvenil de Julia, una de las hijas de Ana ¿cómo? ¿qué aún no conoces su blog de fiestas y crafts? ¡Es genial! Ella ha hecho una pequeña reforma que nos ha gustado mucho… Nos lo cuenta Ana :)

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«En este rincón tan especial ubicamos los regalos de nuestras amigas de Menudos Cuadros, una tienda on line ideal en la que podréis encontrar detalles súper estilosos para decorar las habitaciones de vuestros niños y jóvenes»

El antes

Como reformamos la habitación juvenil de Julia

Parece que cuando llega la adolescencia algo cambia en nuestros hijos, así, sin darnos apenas cuenta. Un día dejan de ser «nuestros niños» y pasan a ser casi adultos, con sus altibajos casi constantes. Es una etapa intensa, bastante dura en muchos momentos, tanto para ellos, como para nosotros, que de pronto, no sabemos demasiado bien cómo desarrollar nuestro papel de «padres».

Yo me encuentro en esa fase de “aprendizaje adolescente” y espero poder superarla con éxito lo antes posible. Como consecuencia de esa fase, una de mis hijas se ha hecho mayor de pronto y ha necesitado su propio espacio. Hasta ahora dormía con su hermana pequeña, pero el momento de la «independencia» había llegado.

Teníamos una habitación casi sin uso, así que vimos la ocasión perfecta para desempolvarla y darle, por fin, su momento renovación.

Le hemos dado a la habitación un estilo luminoso, utilizando tonos pastel combinando el color menta, el rosa y el blanco, así hacemos más amplio el espacio y la habitación parece hasta más grande que antes de la reforma.  El primer paso en el proceso de decoración fue la elección del papel pintado de la pared. Desde que ví este papel de rombos menta me quedé completamente enamorada de él, aunque, resignada porque en aquel momento no tenía nada que empapelar. Así que, cuando nos pusimos a preparar la habitación se lo enseñé a Julia y se quedó completamente fascinada. Dicho y hecho, papel elegido. 

En realidad, esa decisión de papel para la pared condicionó el resto de la decoración y fue a partir de ahí cuando nos pusimos a elegir el resto de los elementos decorativos. Como tengo poco tiempo para visitar tiendas, me puse a buscar en internet en varias tiendas on line y fue así como localicé un montón de cosas, como la lámpara de la mesilla de noche, el cabecero o la lámpara de techo, todas en el tono mint que necesitábamos.

Después de ver un montón de cojines monos por internet, me decanté por comprarlos en el Corte Inglés: ahora que tienen una zona estupenda de ropa de cama en la que podéis encontrar cosas ideales a unos precios bárbaros.  La cama la vestimos con una funda nórdica blanca. Encima varios cojines en los tonos de la habitación y a los pies de la cama una manta en tono pastel para dar el toque de color.

Al lado de la cama, colocamos una butaca antigua que estaba en un estado bastante deplorable, la verdad. En un principio creí que el orejero en cuestión no tenía salvación, pero al ponerla en manos del tapicero la cosa cambió. Le hemos dado una nueva vida, esta vez con un tapizado en tono tostado, igual al cubrecanapé que también encargamos al tapicero.

Me encantan las tachuelas que le hemos puesto por los laterales…. quedan tan bonitas!

Y hasta aquí nuestra reforma juvenil. Esperamos que os haya gustado y os pueda servir de inspiración para vuestras próximas reformas.

 

+info: Celebra con Ana