Que sea un espacio bonito es importante, pero hoy en día empiezan a entrar en juego otros factores esenciales a la hora de diseñar espacios para niños como ecología o pensamiento pedagógico. El Espacio Cool de hoy es un ejemplo de buen diseño, se trata de una guardería en Dinamarca proyectada por el estudio de arquitectura C.F.Mollem como una casa pasiva, es decir, su consumo de energía y por tanto su huella de CO2 se ha reducido drasticamente (menos de un 20% de lo que consumiría un edificio convencional) a través de buenos aislamientos y manejo de variables como ventilación, materiales,…

Los 2 niveles del edificio se conectan a través de escaleras y rampas, para estimular los sentidos y habilidades motoras de los niños.

El área total es de 414 m2 de espacio de juego para los 88 niños (44 en el jardín de infancia y 44 en la guardería), que supera con mucho el mínimo legal de 268 m2. Esto reducirá el riesgo de propagación de  enfermedades, y favorece la realización más actividades, hay un pequeño taller de teatro, una sala de habilidades motoras y cocinas pedagógicas . Otra característica son pequeñas «lagunas» en las paredes, permitiendo que los niños jueguen en las divisiones de la habitación. ¡Yo quiero un sitio así para mis niños!