Para rendir en el estudio, sobre todo en casa, son importantes aspectos como la motivación, el juego o la constancia. Sin embargo, a veces no prestamos la suficiente atención a otros temas que también son básicos, como por ejemplo la postura. Si tu hijo no se sienta de forma adecuada, no solo tendrá menor rendimiento, sino que además pueden surgir dolores o lesiones de espalda, como vienen alertando desde hace tiempo entidades como el Colegio de Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid. Desde empresas del sector, como la web de sillas y mesas de escritorio Ofisillas, inciden en la importancia de elegir el mobiliario adecuado a cada caso. Por eso, en este artículo nos centramos en los dos principales errores a la hora de configurar el espacio de trabajo de tu pequeño.

Error 1: sillas de adultos para pequeños

Parece muy básico, pero muchos de nosotros no reparamos en ello: las sillas de niños son para niños y las sillas de adultos son para adultos. Si sentamos a nuestro hijo en una silla de escritorio diseñada para mayores, le obligaremos a adoptar una postura antinatural, por ejemplo, provocando que sus piernas queden colgadas, sin apoyo. Por ello, es fundamental proporcionar a tu pequeño un mobiliario que le permita adoptar la posición adecuada a la hora de sentarse, que la detallaremos más adelante.

No existe una medida única en relación a las sillas y mesas de escritorio, ni siquiera en función de la edad. Lo ideal es que se adapte a la estatura de cada persona. De ahí la importancia de elegir una silla regulable en altura, pues así puede ‘crecer’ con el niño. En cualquier caso, y para que sirva de referencia aproximada, estas son algunas medidas:

● Altura del asiento: 30 cm para un niño de 6 años y 46 cm para uno de 15 años

● Altura de la mesa: 53 cm para un niño de 6 años y 75 cm para uno de 15 años

En realidad, es la mesa la que debe adaptarse a la silla, con la finalidad de que ésta deje un espacio suficiente para las piernas y, al mismo tiempo, proporcione un espacio de trabajo cómodo y a la altura adecuada, sin obligar al niño a agacharse o levantar los brazos excesivamente.

Error 2: sillas de PC para mesas de estudio

Otro de los grandes errores es comprar a tu hijo una silla de oficina para una mesa de estudio. Este tipo de sillas, que se caracterizan por sus ruedas y reposabrazos, están pensadas para mesas de PC. Si el niño ya es mayor o adolescente y su trabajo de estudio se desarrolla básicamente frente a un ordenador, entonces sí es una elección adecuada. De lo contrario, debemos valorar la conveniencia de las llamadas sillas de confidente. Es decir, las de toda la vida: con cuatro patas fijas, sin ruedas ni reposabrazos. Para mayor comodidad, pueden estar acolchadas, por supuesto. Este tipo de silla permite una postura fija y cercana a la mesa, a diferencia de las sillas de oficina con reprosabrazos, el cual supone un obstáculo que impide acercar la silla al borde del escritorio.

Descripción breve de la postura ideal Si atendemos a la mitad inferior del cuerpo, la regla básica es la misma en sillas de oficina y en sillas de confidente: la altura del asiento debe ser aquella que permita pisar con toda la planta del pie sobre el suelo y dibujar un ángulo de 90o en las rodillas. En cuanto a la espalda, la premisa también es la misma: debe situarse de forma recta, con un ángulo lo más cercano posible a los 90o entre ésta y los muslos. Hay que prestar especial atención y corregir la tendencia de los niños a deslizarse por la silla, que provoca que el apoyo de su trasero se sitúe en el borde de la silla, dejando la espalda sin apoyo en el respaldo.

Los brazos, por su parte, suponen la gran diferencia entre ambos tipos de silla: frente a un PC, el codo debe estar apoyado en el reposabrazos y dibujar 90o, con la pantalla del ordenador a la altura de los ojos o un poco por debajo de estos. En el caso del estudio ‘tradicional’, sobre libros o apuntes, los brazos tienen mayor libertad. No obstante, puede ser conveniente levantar ligeramente el libro para una tarea de lectura con el fin de evitar dolores cervicales (la escritura, por cuestiones de comodidad, resulta más adecuada sobre la superficie horizontal del escritorio).