No sabemos qué tienen los espacios en estilo nórdico que nunca nos cansamos de verlos, y menos si hablamos de adorables habitaciones de bebés, como este cuarto en tonos azules y grises, y como no, mucho color blanco. Se encuentra en una casa flotante en Ámsterdam, y este es el cuarto del pequeño Scott. Un espacio bien aprovechado, y que genera una gran serenidad con esos tonos tan suaves y su gran iluminación natural.
El toque divertido se encuentra en los móviles para la cuna realizados con textiles. Pero también en el pequeño caballo que le servirá para jugar cuando comience a andar. En su cuenta de Instagram podéis ir viendo los pequeños cambios que va realizando en el cuarto, sustituyendo el moisés por la cuna, incluyendo unas láminas en la pared e incluso un tipi a modo de refugio para Scott. Un pequeño cuarto con grandes posibilidades.
Seguro que os suena ese papel pintado infantil porque lo hemos visto en otra preciosa habitación de bebé que compartimos, y que también es una gran inspiración. Un bonito fondo con esponjosas nubes para un cuarto con los detalles justos. ¡Porque no necesita nada más!
¿Quién puede no hacerse fan del estilo escandinavo con espacios como estos? Colores suaves mezclados con las tonalidades de los materiales naturales, como la madera o los textiles de algodón. Un lugar acogedor en el que encontramos con piezas funcionales que parecen escogidas con mucho esmero, como el armario vintage o la cuna de madera.
Como último detalle, esos colgadores de madera en forma de nubes, que ayudan a la mamá de Scott a crear sus estilismos cada día, y también a compartirlos. Porque un fondo tan chulo como el de ese papel pintado se puede aprovechar, y mucho.
Vía Bintihomeblog
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